Lasadivinanzas para niñosy lostrabalenguasson una forma entretenida y didáctica de enseñarles a pensar y a desarrollar su lenguaje. Les permiten mientras que juegan, asociar ideas y expresiones, y también aumentar su vocabulario. He notado que ciertas historias muy celebradas ganan puntos por individuos de los que el lector se conquista o con quienes el lector se identifica. Pienso en la muy conocida Canción de Hielo y Fuego, que es narrada desde la perspectiva de seis u ocho personajes seleccionados. La perspectiva se torna interesante, ya que por el momento no habrá un narrador omnisciente, sino más bien una tercera persona limitada. El lector, que domina los otros puntos de vista, conoce la prácticamente integridad de las relaciones entre individuos, pero éstos se ven limitados por sus puntos de vista.
El tratado de Clearco, además de que Ateneo sí pudo consultarlo, constituye una obra mucho más estricta y específica sobre las adivinanzas. A pesar de los intentos de estos autores de entablar una diferencia entre ambos términos, en mi opinión no existe ninguna distinción de concepto entre ellos, y de hecho Ateneo los emplea indistintamente en su obra. La única oposición que se podría apuntar es de continuidad de uso, ya que, como ya adelante al principio, ainigma ha quedado como el término mucho más frecuente para «adivinanza» en la literatura griega, al tiempo que griphos se construyó como el vocablo más infrecuente y extraño. Si bien ahora quedó demostrado que si Ateneo usa más el segundo es por su gusto por las expresiones anticuadas. Estos 2 elementos juegan, como en una balanza de 2 platillos, un especial equilibrio. Los elementos orientadores son aquellos que nos conducen a la respuesta, los que acostumbran a ir aproximándonos por vía semántica a la contestación.
O quizá unos pocos años antes y que su actividad literaria se habría desarrollado en la primera mitad del siglo vi a.C.. Después del coro, hay un nuevo parlamento sobre las vocales (Banquete de los eruditos 10.453F) en el que intervienen 2 personajes, que Ruijgh identifica con una institutriz y su alumna, y, como en el prólogo, hay que leer terminadas las grafías de las letras. Modernamente, sobre todo el siglo xix, han aparecido otros autores que han reivindicado con mayor o menor fortuna la diferencia entre los 2 vocablos.
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Cosas Infantiles
Los distractores, elementos escenciales de las adivinanzas, son los que evitan la inmediatez de la respuesta, que la ocultan, la ponen a cobijo. Y lo son por el hecho de que, como dijéramos más arriba, las adivinanzas son juegos con las palabras y hay un cierto monto de desafío, de reto, de incitación a acertar. Si una adivinanza careciera de distractores sería un simple enunciado, directo, visible. Si una adivinanza careciera de orientadores sería críptica, alcanzable sólo para especialistas en la materia sobre la que versa la respuesta. Para intentar comprender lo oculto, descifrarlo, conjurarlo o resolverlo el hombre se ha valido de toda suerte de artefactos adivinatorios.
No obstante, logramos hallar otras clasificaciones menos frecuentes, o mucho más especializadas en el aspecto lingüístico como puede ser la clasificación de las adivinanzas por semántica, por estructura o elementos de construcción. La clasificación más común después de por temática es la de agrupar las adivinanzas según su función. Semeja que, por los contextos localizados, los dos palabras son sinónimos y también intercambiables.
Adivinanzas Para Niños
Merced a ella la realidad cotidiana se convierte en algo distinto y al unísono oculto, que se edifica a través de tropos, figuras retóricas, juegos con las palabras y rimas que encubren el objeto a dilucidar, haciendo invisible lo que debiese ser aparente. De esta última nos ocuparemos aquí en un intento de entender qué es, exactamente en qué consiste, cuál es su función y de qué forma fueron su permanencia y trascendencia a través del tiempo y el espacio, en particular de las adivinanzas que conocemos actualmente en México. Entendemos que existen adivinanzas en todas y cada una de las culturas y las ha habido en todos los tiempos, sin embargo, para nuestro propósito nos centraremos en las que se dan en este país, mezcla de la tradición de españa y la indígena, y de forma especial en las de tradición popular1. Tiene recursos que ya hemos hallado en las adivinanzas anteriores, como son la personificación («es una criatura», «resguarda a la prole en su seno»), la paradoja («más allá de no tener voz, alza un grito sonoro», «a quienes están a su lado es realmente difícil oírlo»).
Este punto de la memoria puesta en juego para reproducirlas nos permite avisar algunas notas en su construcción. Y si no, pensemos en nuestros ancestros juglares que eran capaces de repetir de memoria, de cabo a rabo, el Cantar de mío Cid, por servirnos de un ejemplo. Tal vez el chozno del chozno de mi chozno se cargó alguna palabrilla… Constituyen un capítulo de nuestra cultura que asimismo encontramos en toda la comunidad hispanoparlante y aún mucho más allí, en todos los países en que hablan lenguas latinas y todavía en otros, como el inglés. Son, si se me deja, un genuino patrimonio de la humanidad aunque, como son sencillos florecillas de los campos, silvestres y de colores joviales, no tienen quiénes las galardonen formalmente.
Adivinanzas Para Niños Y Niñas Sobre Cuentos Populares
Los especialistas coinciden en señalar que esta clase de acertijo lingüístico así como la conocemos a día de hoy es el resultado de llevar a los acertijos y misterios la musicalidad del verso y el lenguaje simbólico de la poética habitual. Las de ahora tienen su origen en la estructura y función de interrogantes populares tradicionales de hace siglos. Es imposible concretar con exactitud cuándo se comenzó a emplear este género de juegos lógicos, pero en gran parte de la literatura antigua de muchas etnias, se encuentran artefactos adivinatorios que retan al lector a resolverlo. Nuestra oferta didáctica se apoya en ofrecer material educativo de calidad y gratis, con el objetivo de ayudar a padres y profesores en su respectiva tarea didáctica. Es por esto que pensamos en este género de interrogantes con respuestas para niños, como una manera entretenida de trabajar determinadas competencias.
El portal Las Adivinanzas tiene bastantes interrogantes organizados por categorías, y una de ellas está dedicada de forma concreta a los niños. En este caso, la contestación no hace aparición esconde, de modo que es mejor que quien hace el interrogante en voz alta esté frente a la pantalla, pero no el menor que responde. Muchas adivinanzas muestran en la introducción formulillas, construcciones ya hechas que se repiten en diferentes piezas al estilo de «Qué cosa es cosa», «Adivina adivinador», «Qué será, qué será» o la pregunta directa «¿Cuál es? Estas fórmulas cumplen la función de advertir que allí comienza la adivinanza, algo así como el «Había una vez…, «Esto era…», etcétera. en la narrativa. Es un anuncio de juglar que nos comunica el comienzo de la función instalando un ritmo que se alargará en el resto de la pieza. En las adivinanzas, exactamente la misma se altera el sentido, frecuentemente se altera el orden sintáctico, más aún cuando en este juego del lenguaje la secuencia puede contribuir a develar el objeto.
Guichard dedica un producto al tratado Sobre los adivinanzas de Clearco. Afirma que el libro fue poquísimo conocido en la Antigüedad y que se perdió muy pronto. A evaluar por los ejemplos citados por Ateneo, Guichard cree que en esta obra de Clearco se oscila entre el juego y la erudición, entre la frivolidad y el talento. En resumen, vendría a ser la reelaboración literaria de un fenómeno popular como era la adivinanza. En tal acertijo se describen las letras que forman la palabra que en heleno significa «pedo». Por eso reconoce Ateneo que el contenido de la adivinanza es bastante vulgar.